viernes, 13 de junio de 2008

SORPRENDENTE Y SORPRENDIDO


Hola a todos y a todas.
Con la alegría de un niño, el pasado viernes me monte en el coche de mi vecino, colega y amigo, rumbo a Soria.
Éramos cinco, faltaba un coleguilla que sus quehaceres docentes no le permitieron estar con nosotros…por mas que se lo expliquemos, no sabe lo que se perdió (para la próxima, Jordi).
Cinco hombres casados, cualquier encuesta nos pondría de vuelta y media…donde irán hacer mal…vaya peligro esos cinco…a saber…
Pues no, no era esa la misión, tampoco sabíamos que resultado daría la convivencia de los chiquillos, con una media de cincuenta tacos poco mas o menos, la verdad es que hombres hechos y derechos, acostumbrados a la seguridad de la cercanía de sus señoras, a una vida uniforme sin grandes aceleraciones, absorbidos por el dichoso y tan anhelado trabajo, van y deciden escapar por un momento y recordar sus años mozos.
Mi relato de esas cuarenta y ocho horas fuera de casa, empezaría por la pieza clave, Javi…Un enamorado del lugar de sus inicios, bello lugar, con un nombre que la mayoría pasa por desapercibido, o yo por lo menos, se encontraba al final de la cantarella de las provincias de la antigua Castilla la Nueva…Soria, Segovia y Ávila, ¿recordáis?…por cierto, esta última es asignatura pendiente…
Recorrimos en poco tiempo bellos parajes, pueblos que sin saber su nombre, te suenan familiares, quizás por que ellos se hayan en la literatura castellana, en fin que a pesar del tiempo, no solo nos empapamos de agua.
No hace falta que os diga, lo capaces que somos ante una mesa bien puesta y regada con maravillosos caldos de la tierra, ni la mirada de aquella soberbia cabeza de toro, amedrentó la faena al plato ni a la copa…dos orejas y el rabo.
Queridos compañeros de fatigas, hemos dejado el listón bien alto, la próxima deberá ser bien esmerada.
Por último, quisiera dar las gracias a todos, por lo auténtico que ha sido el viaje, creo que con el permiso de…deberíamos practicar esta terapia alguna que otra vez, espero haber estado a vuestra altura.
Un saludo, Manel S, el comandante de popa, Jose Mª. el que nos puso a prueba, pedazo de…nunca mas, Javier, gracias por tu Soria, Manel Jr. Comandante de la nave…muchas gracias.
Y a vosotras, también.