martes, 18 de marzo de 2008

BARBUES.

La Iglesia de Barbues (Huesca)
El Castillo de Barbues (Huesca)

Barbues...se podría decir, que este es el pueblo que casi me ve nacer, pues una alma caritativa, arranco a mi madre de entre matronas y viejas oscuras y nos llevó a la capital, Huesca, resulta que era mucha cabeza para salir en tan pequeño pueblo y no lo digo por lo de inteligente, si no por lo menudilla de mi madre.


Pero ese pueblo si que vió nacer a una de las personas mas importantes de mi vida, mi padre, un hombre sencillo, trabajador, algo aventurero, pues con catorze años, se fué a Barcelona, como aquel que se fué hacer las américas, en donde conoció a mi madre, otra aventurera, nacida en un pueblo, referente de Castilla la Vieja, Ciudad Rodrigo (Salamanca), realmente maravilloso, nada que ver con Barbues.


Mariano, que era el nombre de mi padre y digo era, porque hace ya mas de siete años que está organizando el huerto de San Pedro...con su ejemplo, me enseñó a amar a mi tierra, Aragón, me mostró lo duro del trabajo del campo, el intenso frio del invierno, patrocinado mor el aire del Moncayo, nos paseamos muchas veces por las cortas calles de Barbues, si, con mi padre, el hijo del alpargatero, le llamaban, todo el mundo lo quería...y yo lo hecharé a faltar toda mi vida.
Un saludo amigos y gracias por vuestro tiempo.
Carlos.

3 comentarios:

Javier dijo...

Amigo, vamos coinciendo en muchas cosas y ésta es otra más. El volver la vista atrás y recordar con cariño nuestros orígenes y nuestros seres más queridos es algo que dice mucho de las personas.

Un abrazo

Mª Jesús Lamora dijo...

Si quieres dejar comentarios en mi blog, por favor, no lo hagas en el que está destinado a mis alumnos, sino en el principal. Y gracias por haber pasado por allí.
Otra cosa: conozco el pueblo de tu padre, yo también soy de la provincia de Huesca.
Qué casualidades tiene la vida.
Un abrazo.

José María dijo...

Quizás las calamidades vividas en aquella época, ya superadas y casi olvidadas, hayan influído en que se gravaran en lo más profundo todo lo que hicieron con nosotros nuestros padres: darnos su cariño, su protección, la educación... y valorar las cosas.
Un abrazo, amigo.